

En Cast: Hoy es un día para la esperanza, para pensar que el asturiano es una lengua como cualquier otra, con sus virtudes y sus defectos, pero sobre todo, una lengua libre que tiene que poder hablar el que quiera en las mismas condiciones que el que lo hace en otra: no es el día de imponer nada a nadie, simplemente es el de igualar las cosas. ¡Hasta el presidentillo que durante doce años le dio toda la caña que pudo leyó un poema en asturiano! (dicen que ahora tiene un esguince lengual). Unámonos esta jornada de alegría a nuestra lengua autóctona, pequeña en hablantes pero grande en alma: la de todos los que lograron que llegara hasta nosotros. Hoy, aunque sea durante un instante, hagamos algo por el asturiano, no dejemos que muera.
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