N´Ast: La borrina, la encainada de los pastores de Picos: llienta, fría, camudante...¿antoxadiza? sí; tres un camín de varies hores, arrebuyaos nel so cande mantu maxinando qué maravielles tan soverándosenos, nun intre, seliquino y por unos segundos, ábrese p´amosanos que la realidá perpasa tolo que suañáremos. Y en cuantu l´airín rastrexe los deos de la ñidia cortina tornando a zarranos la vista, col ánima gayolera, volveremos a entamar la marcha, a sabiendes que la borrina, l´antoxadiza borrina, xuega cola montaña, faciéndola estremada a la nuesa vista, namorándonos d´ella, naguando volver otra vegada...otra más.
En Cast: La niebla, la "encainada" de los pastores de Picos: húmeda, fría, cambiante...¿caprichosa? sí; tras un camino de varias horas, envueltos en su blanco manto imaginando qué maravillas se nos están ocultando, en un instante, suavemente y por unos segundos, se abre para mostrarnos que la realidad sobrepasa todo lo que habíamos soñado. Y en cuanto el aire arrastre los dedos de la suave cortina volviendo a cerrarnos la vista, con el espíritu alegre, reanudaremos la marcha, sabiendo que la niebla, la caprichosa niebla, juega con la montaña, haciéndola diferente a nuestra mirada, enamorándonos de ella, deseando volver otra vez...otra más.
En Cast: La niebla, la "encainada" de los pastores de Picos: húmeda, fría, cambiante...¿caprichosa? sí; tras un camino de varias horas, envueltos en su blanco manto imaginando qué maravillas se nos están ocultando, en un instante, suavemente y por unos segundos, se abre para mostrarnos que la realidad sobrepasa todo lo que habíamos soñado. Y en cuanto el aire arrastre los dedos de la suave cortina volviendo a cerrarnos la vista, con el espíritu alegre, reanudaremos la marcha, sabiendo que la niebla, la caprichosa niebla, juega con la montaña, haciéndola diferente a nuestra mirada, enamorándonos de ella, deseando volver otra vez...otra más.
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