


En Cast: Mi visión de Asturias se parece a una tayuela (pequeño banco de madera de tres pies): tres patas de apoyo a lo que somos. Una, la industrial y minera (tambien ligada a las ciudades), otra, la rural y la última, la mar. La que más conozco, por lo que me tocó vivir, es la rural, pero no por ello dejo de admirar las otras dos. Hoy quiero hablar de la pata marinera, porque es el día que finalizan las fiestas de San Roque de Lastres/Llastres (Noche de fuego), pueblo marinero donde los haya y al que le tengo especial cariño. Para un hombre asturiano que vivió de espaldas al mar y siempre pisando tierra, es un auténtico placer escuchar de boca de los buenos amigos llastrinos historias marineras, explicaciones de los útiles de pesca o de como estas gentes de mar luchan cada día por sacar algo de uno de los medios más duros que existen. Y cuando no puedo estar con ellos contemplando el muelle y las empinadas callejuelas del pueblo, entonces aprovecho las nuevas tecnologías para ver páginas web como ésta que os propongo: DAR AQUÍ y luego ver las de cosas de Lastres/Llastres (Memorias, Torre del reloj, Sueve y mar...) con buenas y nostálgicas fotos como las que ilustran esta entrada (Lastres/Llastres hace unos añitos) e historias contadas magníficamente por Faustino Martinez García: historias de respeto, miedo y amor a la mar. Historias de agua y salitre.
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