N´Ast: Ya sabéis qu´una de les coses que más me presta ye acomparar l´ayeri y el güei y comprobar como coses que na actualidá paécennos de lo más común anantes podíen ser de lo más enguedeyoso. Exemplu: la hora. Dalgo tan cenciello na nuesa dómina, con aparatos qu´arrecuérdennosla nel intre, nel pasáu yera una auténtica odisea. Quien tenía un reló, tenía una ayalga... anque fuera de sol, como ésti qu´amuesa un vecín de Valdeón. Nuna tierra tan soleyera como la lleonesa nun dexa de ser dalgo perútil pero, na nuesa gris y lluviosa Asturies ¿la metada los dís nun sabíen el momentu nel que vivíen? Nun se, quiciabis nun sedría tan importante y la vida yera más pacetible y la esactitú y puntualidá pola corrección del meridiano paecería-yos un luxo... y un chiste.
En Cast: Ya sabéis que una de las cosas que más me gusta es comparar el ayer y el hoy y comprobar como cosas que en la actualidad nos parecen de lo más común antes podían ser de lo más complicado. Ejemplo: la hora. Algo tan sencillo en nuestra época, con aparatos que nos la recuerdan al instante, en el pasado era una auténtica odisea. Quien tenía un reloj, tenía un tesoro... aunque fuera de sol, como este que enseña un vecino de Valdeón. En una tierra tan soleada como la leonesa no deja de ser algo muy útil pero, en nuesta gris y lluviosa Asturias ¿la mitad de los días no sabían el momento en el que vivían? No se, quizás no sería tan importante y la vida era más tranquila y la exactitud y puntualidad por la corrección del meridiano les parecería un lujo... y un chiste.
En Cast: Ya sabéis que una de las cosas que más me gusta es comparar el ayer y el hoy y comprobar como cosas que en la actualidad nos parecen de lo más común antes podían ser de lo más complicado. Ejemplo: la hora. Algo tan sencillo en nuestra época, con aparatos que nos la recuerdan al instante, en el pasado era una auténtica odisea. Quien tenía un reloj, tenía un tesoro... aunque fuera de sol, como este que enseña un vecino de Valdeón. En una tierra tan soleada como la leonesa no deja de ser algo muy útil pero, en nuesta gris y lluviosa Asturias ¿la mitad de los días no sabían el momento en el que vivían? No se, quizás no sería tan importante y la vida era más tranquila y la exactitud y puntualidad por la corrección del meridiano les parecería un lujo... y un chiste.