N´Ast: ¡Como presta tres una guapa caminata algamar una ayalga!. Y, ensin dulda, Pen lo ye. Si estelonos ya la subía pol Beyu, el pueblu acabará de clisanos, amás de danos la cabera oportunidá de güeyar dalgo irrepetible. Cases con corredores de madera tallada, capiella, horros con milenta preseos d´un pasáu ¿meyor?, la Casa-Torre de Peri, llavaderu... ¡bolera!. Como culmen, la Panerona, una fechura de 14 pegoyos surdía l´axuntamientu de dos paneres, reconocía como una de les mayores d´Asturies. Y lo meyor: una etnografía viva, gracies a les sos xentes, que caltienen a dures penes un mou de vida que da les aboquiáes enantes de morrer. Y tres la muerte, l´escaezu... o´l muséu. Pen: la cabera oportunidá.
En Cast: ¡Que gozada tras una bonita caminata alcanzar un tesoro!. Y, sin dudarlo, Pen lo es. Si nos fascinó la subida por el Beyu, el pueblo terminará de embelesarnos, además de darnos la última oportunidad de ver algo irrepetible. Casas con corredores de madera tallada, capilla, horreos con mil utensilios de un pasado ¿mejor?, la Casa-Torre de Peri, lavadero... ¡bolera!. Como culminación, la Panerona, una construcción de 14 pegoyos (piedras de sustentación) surgida de la unión de dos paneras, reconocida como una de las mayores de Asturias. Y lo mejor: una etnografía viva, gracias a sus gentes, que mantienen a duras penas una forma de vida que agoniza antes de morir. Y tras la muerte, el olvido... o el museo. Pen, la última oportunidad.
En Cast: ¡Que gozada tras una bonita caminata alcanzar un tesoro!. Y, sin dudarlo, Pen lo es. Si nos fascinó la subida por el Beyu, el pueblo terminará de embelesarnos, además de darnos la última oportunidad de ver algo irrepetible. Casas con corredores de madera tallada, capilla, horreos con mil utensilios de un pasado ¿mejor?, la Casa-Torre de Peri, lavadero... ¡bolera!. Como culminación, la Panerona, una construcción de 14 pegoyos (piedras de sustentación) surgida de la unión de dos paneras, reconocida como una de las mayores de Asturias. Y lo mejor: una etnografía viva, gracias a sus gentes, que mantienen a duras penas una forma de vida que agoniza antes de morir. Y tras la muerte, el olvido... o el museo. Pen, la última oportunidad.
3 comentarios:
La gente se mete en museos y pasan el trámite sin interés.
Yo fui al de Llastres, el de los bichos grandes, y pasé sin pena ni gloria.
Al final había un grupo de escolares. La guía les preguntó: "¿De quién es esta huella?"
-"De un carnívoro", contestaron todos.
Quedé de piedra. ¿Cómo lo sabían?
-"¿Porqué?, preguntó la guía.
-"Por el número de pezuñas", contestaron los críos.
Yo prefiero los libros y los "museos" etnográficos y naturales hechos por la tradición y la misma naturaleza. Quiero aprovechar lo poco que nos va quedando. Los pueblos se abandonan y la naturaleza se hace parque de atracciones.
Algunos tratan de conservar estas reliquias. Pero siempre viene alguien para hacerse la foto y apropiarse de una idea, un sueño y un pueblo. Muchos millones en museos y el más reconocido es el de Pepe "El Ferreiro".
Ya sabéis el resto.
Ricardo.
PD: Tranquilo Toño, no espero contestación en una semana.
Un auténticu muséu etnográficu vivu. Queden inda pueblos n'Asturies que son una muestra impagable d'arquitectura tradicional. Cases, horros, molinos, llavaderos... La pena ye que dalgunos tán casi abandonaos y tou esi patrimoniu cultural ta esbarrumbando.
Perguapa entrada. Como toles que publiques nesti prestosu blogue.
Guapu pueblu y bones semeyes. Cuidadín cola ñeve.
Salud
Publicar un comentario