N´Ast: Como paez qu´aportaren los dís soleyeros, vamos amosar esti fenómenu perguapu. Pa ello necesitamos eso, el Sol, y por embaxo de nos, mar de ñubes o borrina, condiciones frecuentes agora na montaña. Tenemos qu´asitianos entambos elementos y entós güeyaremos la nuesa solombra proyectada enriba´l blanco que tenemos a los nuesos pies como nuna pantalla cine pero, y equí lo escepcional, con una corona con los collores del arcu la vieya. Tou gracies al pasu la lluz solar poles gotines d´agua de la masa ñubosa. Y agora, una hestoria guapa tamién, de cuando la desplicación yera desconocía: fae años y años, unos cuantos, demientres la conquista del Cervino (el 14 de Xunetu de 1865), los alpinistes carretaben los sos llargos piolets de la dómina verticales na estaya alta la mochila. Nun intre´l descensu la cume, al producise l´espectru, güeyaron les sos solombres, pero claro, remataes ¡por cruces!, efectu amestáu polos sos preseos alpinísticos. Dalgo pa ellos sobrenatural, qu´enterpretaron como una profecía: hores antes cuatro collacios perdieren la so vida. ¿Casualidaes del destín?. El nuesu casu ye más prestosu: sabemos el por qué del fenómenu y xugamos con elli.
En Cast: Como parece que llegaron los días soleados, vamos a enseñar este fenómeno tan bonito. Para ello necesitamos eso, el Sol, y por debajo de nosotros, mar de nubes o niebla, condiciones frecuentes ahora en la montaña. Tenemos que situarnos entre ambos elementos y entonces veremos nuestra sombra proyectada sobre el blanco que tenemos a nuestros pies como en una pantalla de cine pero, aquí lo excepcional, con una corona con los colores del arco iris. Todo gracias al paso de la luz solar por las gotitas de agua de la masa nubosa. Y ahora, una historia también bonita, de cuando la explicación era desconocida: hace años y años, unos cuantos, durante la conquista del Cervino (el 14 de Julio de 1865), los alpinistas transportaban sus largos piolets de la época verticales sobre la parte alta de la mochila. En un momento del descenso de la cumbre, al producirse el espectro, vieron sus sombras, pero claro, rematadas ¡por cruces!, efecto añadido por sus útiles alpinísticos. Algo sobrenatural para ellos, que interpretaron como una profecía: unas horas antes cuatro compañeros habían perdido la vida. ¿Casualidades del destino?. Nuestro caso es más agradable: sabemos el por qué del fenómeno y jugamos con él.
En Cast: Como parece que llegaron los días soleados, vamos a enseñar este fenómeno tan bonito. Para ello necesitamos eso, el Sol, y por debajo de nosotros, mar de nubes o niebla, condiciones frecuentes ahora en la montaña. Tenemos que situarnos entre ambos elementos y entonces veremos nuestra sombra proyectada sobre el blanco que tenemos a nuestros pies como en una pantalla de cine pero, aquí lo excepcional, con una corona con los colores del arco iris. Todo gracias al paso de la luz solar por las gotitas de agua de la masa nubosa. Y ahora, una historia también bonita, de cuando la explicación era desconocida: hace años y años, unos cuantos, durante la conquista del Cervino (el 14 de Julio de 1865), los alpinistas transportaban sus largos piolets de la época verticales sobre la parte alta de la mochila. En un momento del descenso de la cumbre, al producirse el espectro, vieron sus sombras, pero claro, rematadas ¡por cruces!, efecto añadido por sus útiles alpinísticos. Algo sobrenatural para ellos, que interpretaron como una profecía: unas horas antes cuatro compañeros habían perdido la vida. ¿Casualidades del destino?. Nuestro caso es más agradable: sabemos el por qué del fenómeno y jugamos con él.