N´Ast: Fríu nel ambiente y hai que dir preparándose. Nes dómines nes que nun había más que cocines de lleña, esta imaxen yera de lo más habitual nos pueblos; güei, ye casi una reliquia. Calefacciones de gasoleo o elléctriques, vitrocerámiques o el gas, tan esplazando les vieyes enerxíes. No que yo viví, la reellectrificación rural fue el gran camudamientu. Antañu, un apagón podía dexanos ensin lluz hores y hasta dís. Entós, pa calecese, averábase ún a la cocina lleña (na que cocinábase tamién) y, pola nuechi, a la lluz d´una velina, nada nos distraía de la voz de los güelos y veníen al calor del llar hestories de trasgos, bruxes, güesties y seres varios. Güei, casi nin la truena con más puxu pue cola ellectricidá y TV y Internete sostituyen a güelu y güela; les cocines de lleña tan desapareciendo y los mitos queden escaecíos nun escuru requexu la biesca pasando fríu. ¡Cuantes bones alcordances tórnenme en dos semeyes!
En Cast: Frío en el ambiente y hay que ir preparándose. En las épocas que no había más que cocinas de leña, esta imagen era de lo más habitual en los pueblos; hoy, es casi una reliquia. Calefacciones de gasoleo o eléctricas, vitrocerámicas o el gas, están desplazando a las viejas energías. En lo que yo viví, la reelectrificación rural significó un gran cambio. Antes, un apagón podía dejarnos sin luz horas y hasta días. Entonces, para calentarse, se acercaba uno a la cocina de leña (en la que también se cocinaba) y, por la noche, a la luz de una velita, nada nos distraía de la voz de los abuelos y venían al calor del hogar historias de trasgos, brujas, “güestias” (procesión de ánimas) y seres varios. Hoy, casi ni la tormenta más fuerte puede con la electricidad y TV e Internete sustituyen al abuelo y a la abuela; las cocinas de leña están desapareciendo y los mitos quedan olvidados en un oscuro rincón del bosque pasando frío. ¡Cuantos buenos recuerdos me vuelven en dos fotos!
En Cast: Frío en el ambiente y hay que ir preparándose. En las épocas que no había más que cocinas de leña, esta imagen era de lo más habitual en los pueblos; hoy, es casi una reliquia. Calefacciones de gasoleo o eléctricas, vitrocerámicas o el gas, están desplazando a las viejas energías. En lo que yo viví, la reelectrificación rural significó un gran cambio. Antes, un apagón podía dejarnos sin luz horas y hasta días. Entonces, para calentarse, se acercaba uno a la cocina de leña (en la que también se cocinaba) y, por la noche, a la luz de una velita, nada nos distraía de la voz de los abuelos y venían al calor del hogar historias de trasgos, brujas, “güestias” (procesión de ánimas) y seres varios. Hoy, casi ni la tormenta más fuerte puede con la electricidad y TV e Internete sustituyen al abuelo y a la abuela; las cocinas de leña están desapareciendo y los mitos quedan olvidados en un oscuro rincón del bosque pasando frío. ¡Cuantos buenos recuerdos me vuelven en dos fotos!
4 comentarios:
los coyones!
tovia güei los hai que tan faciendo un pozu o bochinche onde caer muertu y tan faciendo-y un llar pala su calderuca de leña y carbon, pa poder poner la pota enrriba y facer un cafetucu o pa arrimarse´l abrigu de la xelada que te caendo!
fadré semeyes, subireles a la rede, veraslo!!! ejeje
Yo aun tengo cocina de leña y es el corazón de la casa, solo deplazada por la chimenea los dias de mucho frio. Todo el mundo que llega a casa cuando hace mal dia va corriendo a calentarse junto a la chapa. ah! y nada de tele en la cocina eh! es un sitio sagrado!
Un saludo!
Presta ver que tovía hai xente asina por ehí¡¡¡¡ qu´envidia... y cuidadín que va metésevos el trasgu en casa a calecese¡¡¡¡
Toño
Pues la mia tiene una paila para el agua caliente para lavar los platos y tambien da agua caliente para el baño, somos cuatro de familia y da para bañarse todos todo el año. Los vecinos mios que la quitaron se admiran de que gaste tan poco en gasoil para la calefación.
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