N´Ast: ¿Qué facer cuando, metanes d´una ruta y cruciando un prau, eches-y el güeyu a esti bichu? Ñidiamente, salir corriendo na dirección contraria a blincar la muria más averada. Una vegada a salvu, emburries el coral pa que de la boca baxe al so sitiu y, cuando l´osíxenu torna de nuevu al cerebru dende les piernes, empecipies a cavilgar cómo vino a parar equí un toru de llidia. Entós, escuques por riba l´abellugu y caltries la situación: tamos en Liébana, onde pastien rebaños de tudanques, la triba llariega de capa prieta. Al ver les collacies del elemento, decatámonos que tamos ante un toru tudancu, non ún bravu. Pero bonu, como la prudencia manda y taurinos nun somos, siguimos camín arrodiando´l cierru pasín ente pasu, con semeya d´alcordanza... ¡con zoom, home non!
En Cast: ¿Qué hacer cuando, en mitad de una ruta y cruzando un prado, le echas el ojo a este bicho? Claramente, salir corriendo en la dirección contraria a saltar el muro más cercano. Una vez a salvo, empujas el corazón para que de la boca baje a su sitio y, cuando el oxígeno vuelve de nuevo al cerebro desde las piernas, empiezas a pensar cómo vino a parar aquí un toro de lidia. Entonces, ojeas por encima de la protección y entiendes lo que pasa: estamos en Liébana, donde pastan los rebaños de tudancas, la raza autóctona de capa oscura. Al ver las compañeras del elemento, nos damos cuenta que estamos ante un toro tudanco, no uno bravo. Pero bueno, como la prudencia manda y taurinos no somos, seguimos camino rodeando el cierre pasito a pasito, con foto para el recuerdo... ¡con zoom, hombre no!
En Cast: ¿Qué hacer cuando, en mitad de una ruta y cruzando un prado, le echas el ojo a este bicho? Claramente, salir corriendo en la dirección contraria a saltar el muro más cercano. Una vez a salvo, empujas el corazón para que de la boca baje a su sitio y, cuando el oxígeno vuelve de nuevo al cerebro desde las piernas, empiezas a pensar cómo vino a parar aquí un toro de lidia. Entonces, ojeas por encima de la protección y entiendes lo que pasa: estamos en Liébana, donde pastan los rebaños de tudancas, la raza autóctona de capa oscura. Al ver las compañeras del elemento, nos damos cuenta que estamos ante un toro tudanco, no uno bravo. Pero bueno, como la prudencia manda y taurinos no somos, seguimos camino rodeando el cierre pasito a pasito, con foto para el recuerdo... ¡con zoom, hombre no!
4 comentarios:
Y sois valientes que parásteis. Si soi yo, tovía toi corriendo...
Los conozco y soy muy tranquilos lo que pasa que si que dan un pelín de respeto...jejejje.
Saludos
No es un toro de lidia, pero ojito con los tudancos! las vaca tudanca mas tranquila te puede sacar las tripas por menos de nada! son muy fieras!!!
Un saludo!
Pasar pasamos... pero lloñe y con protección del cierre, que nun nun se sabe. Delles vegaes, en races tranquiles, sale dalgún cabroncete polo que siempre vale más precaución¡¡¡¡ y además con esos cachos de cuernos...
Gracies poles visites, siempre bienveníes:
Toño
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